martes, agosto 09, 2005

la rana

El seno putrido de la incoherente nodriza,

provoca las nauseas de mi desvelo.

El desden de permanecer despierta,

de incustrarme en la tierra,

y perder el vuelo.

Iconos de las noches cautivas de agosto.

Negar lo imposible,

creer en la idea de k todo es un chasco,

tomarte de la proa del barco injusto.

Asegurar que acabo mi ultimo aliento.

Dejar atras la duda, este es el momento

pues no es tarde para empezar la tranvia de la rana y su desencantamiento.

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